Así mismo os comunicamos que el día 23 de Abril , con motivo de la festividad de San Jordi en Barcelona, el autor firmará de 13 a 14 hrs. ejemplares del poemario en el stand que Ediciones Carena de Barcelona instalará en el número 11 de Paseo de Gràcía.
Poemario
concebido a modo de memoria, esa memoria esquiva y desfragmentada, que
como un montón de espejos rotos nos define, en palabras del escritor y
poeta Jorge Luís Borges,pensado para
aquellos lectores comprometidos en la búsqueda del conocimiento a
través del poder evocador de la poesía como creadora de sabiduría, esa
sabiduría que explora los primeros trazos de la identidad humana e
indaga el origen de nuestra naturaleza y el sentido de la vida, sin
tratar de rechazarla, ocultarla o deformarla.y es que, ¿para qué
otra cosa ha de servir la poesía, sino para enfrentarnos a las heridas
de la memoria, como guía liberadora de arquetipos y falsedades?
Decía el poeta y dramaturgo alemán Bertolt Brecht en su texto sobre “Las cinco dificultades para decir la verdad”, ¿de qué sirve escribir valientemente que nos hundimos en la barbarie si no se dice claramente por qué? No basta con conocer la verdad además hay que defenderla luchando si es preciso, también debemos tener valor para escribir sobre ella, mostrando la inteligencia necesaria para descubrirla, el arte de hacerla manejable como arma, saber a quién confiarla y proceder con astucia para difundirla ante los poderosos sin doblegarnos y sin engañar a los débiles”, y añadía, “pero es difícil resistirse a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario. Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello se necesita tener mucho valor”.
Y es precisamente esa claridad sin veladuras a la que Brecht apelaba, en sus cinco dificultades para decir la verdad, a la que he querido recurrir para
utilizando la como guía y custodia, amparar mi nuevo poemario bajo el
título de Heridas en la piedra, con el que he intentado hurgar en
algunos aspectos poco conocidos de mi personalidad en línea con aquella
palabras de Jacint Verdaguer cuando decía:
“Poeta i fangador só,
i faig la feina tant neta
que fango com un poeta
i escric com un fangador”
Con ellos he intentado hurgar en algunos aspectos poco conocidos de mi personalidad para a través de sus diferentes paisajes, tratar de comprender algunos aspectos de mi realidad personal, no solo internos o vivenciales, sino también de este mundo circundante de la pos-modernidad, que con el objetivo de coartar la libertad humana, mediante la adicción inconsciente a la digitalización, ha creado una masa infantilizada servidora del capitalismo carente de conciencia de clase y ajena a la realidad en la que sobrevive,bautizada con el nombre de la pos-verdad en la que la palabra se ha devaluado hasta límites insospechados y en la que reina la artificialidad de una realidad virtual, lo que a nivel planetario nos está conduciendo a una mutación estructural histórica de rumbo y esperanza incierta. Todo ello con un rigor estético alejado de las torres de marfil y su léxico críptico. Acompañando con otros cánticos, con otras gramáticas y semánticas el sufrimiento de la gente en una época en la que los nuevos caudillos imponen como ley de vida irrefutable,un delirante espectro de falsedades y auto engaños que nos proporcionan una imagen distorsionada de la existencia, sin por ello olvidar hundirme en las raíces de la forma y el ritmo, no solo para conocerme sino también para mostrar que la poesía es algo más que un mero arrebato o pasatiempo de expresión de la belleza del sentimiento estético por medio de la palabra, sino que hay momentos en los cuales la poesía nos obliga a poner en duda las creencias y a romper con muchos paradigmas, contribuyendo así a hacer posible lo que parecía imposible, y es que como muy bien nos decía la pensadora, filósofa y ensayista María Zambrano en su magnífico ensayo sobre Filosofía y Poesía.
“La poesía es un infierno…
Porque la poesía es lo único rebelde
Ante la complacencia de la razón”
Y acabaré haciendo mías las palabras del poeta ruso Yevegeny Yevtushenko, muerto en su exilio de Oklahoma este 1 de abril del 2017, cuando decía:
“en
un mundo en el que se ataca a la poesía con desprecio y silencio, para
ser poeta no basta con escribir versos, sino que también se ha de ser
capaz de defenderlos”.
Y es precisamente a eso a lo que yo iré a la presentación de mi poemario, a defender la poesía, mi poesía, como un modo de conocimiento, cuya razón poética es esencialmente metafórica y cuya razón instrumental difiere del conocimiento físico/científico y del ético espiritual, especialmente en tiempos sombríos de barbarie y ocaso de la verdad como estos, y es que como muy bien nos decía el poeta Blas de Otero en su magnifico poema del mismo nombre, la poesía es un arma cargada de futuro,
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