El desarrollo de la
historia se establece en la Barcelona del comienzo de los noventa,
cuando se empezaba a destapar en toda la piel de toro los escándalos
financieros de todo tipo, entre políticos interesados y banqueros
presumidos.
En diciembre de 1993, el
Banco de España interviene el Banesto, destituye a su presidente y a
todo su consejo, noticia que el diario El Mundo ofreció despertando a
tantos españoles que creían que sus ahorros estaban en las mejores
manos.
Uno de los rotativos de
tirada nacional, El Mundo, decía que el Banco de España garantizaba los
depósitos, pero que destituía al presidente del Banesto con toda su
troupe.
El protagonista de la
historia se ve inmerso en un affaire como parte perjudicada y ha de
andar con cien ojos a las historias que desde los juzgados le
solicitaban para testificar, en el conflicto en el que se vio mezclado.
El antiguo Palacio de
Justicia de Barcelona, sito en la avenida Lluís Companys, es el que dio
cabida a todas las audiencias y peripecias de juzgados. Estableciéndose
un marco de actuación en el palacio construido en el año 1808, dado que
la Ciudad de la Justicia actual se estaba proyectando o quizás
construyendo en aquellos días, ya que hasta bien entrado el año 2009 no
se hicieron los traslados correspondientes.
Teniendo que mezclarse
con gente de diverso estatus, discurrir de traficantes de drogas,
criminales, remolque de presos, hembras prostitutas defraudadas,
homicidas, forajidos, bandidos, borrachos y camorristas, además de los
habituales honrados policías y trabajadores, oficiales del juzgado, y
honradas personas de los diferentes barrios del perímetro de la ciudad.
Un mundo diverso que el que no está acostumbrado a estos vaivenes podría
llegar a atragantarse.
En las tres partes en la
que está basada la novela se describen multitud de semejanzas entre las
personas que suelen faltar a la justicia de forma inconsciente, sin
llegar a ser todas del mismo duende, pero en ocasiones llegan a verse
tan parecidas que dan lugar a pensar que esta sociedad adolece de una
educación seria y pertinente.
Llega a parecer que se
les da la razón a los instalados fuera de la ley, y que los que están
dentro, los que cumplen con los mandatos que les exigen las normas, las
leyes, son los que además de sucumbir por esa “injusticia” pagan los
impuestos y los que ayudan a que el país funcione aunque sea de forma
renqueante.
Emilio Moreno
Nacido en Barcelona, reside ahora en Sant Boi. Ha participado en varios libros de narrativa y poesía.
h t t p : / / o n i x e d i t o r . b l o g s p o t . c o m . e s
6 9 7 7 5 5 3 7 4
o s c a r e s q u e r d a @ g m a i l . c o m
0 Comentarios