El cineasta Samuel Sebastián renuncia a participar en el Festival cinematográfico de Irán.

Carta del cineasta Samuel Sebastian al Festival cinematográfico de Irán.

""Queridos organizadores del festival de cine de Irán:

He recibido la noticia de que mi película "The frame of the dead" ha sido seleccionada para ser proyectada en su festival y he de decir que, lo que aparentemente era una buena noticia, en realidad me ha llenado de tristeza.
Una parte de mi película, y supongo que esto ha sido valorado por el jurado, trata sobre lo importante que resulta mantener en nuestro interior los valores y los recuerdos de nuestros seres queridos. Mi madre, que es la protagonista de la película y falleció hace cuatro años y medio de cáncer, siempre me habló de justicia, tolerancia y respeto hacia todas las personas y culturas. Pienso que sus valores permanecen dentro de mí y espero algún día enseñarlos a mis hijos.
Os cuento esto porque, con el tiempo, he dedicado una buena parte de mi trabajo y mis esfuerzos a luchar contra las injusticias en el mundo y me traicionaría a mí mismo o las enseñanzas de mi familia si algún día no lo hiciera.
Por esta razón, pienso que es una decisión justa el apartar mi película "The frame of the dead" de la sección competitiva de su festival y solicitar que no se realice ninguna proyección de la misma en su país.
Me resulta particularmente vergonzoso que un régimen como el de Irán torture e impida el desarrollo de su trabajos a mis colegas cineastas y, al mismo tiempo, presuma de un festival de cine al que, irónicamente, llaman "Cinéma Verité" y en el cual los mismos cineastas de su país no tienen derecho a participar, más aún, ni siquiera tienen el derecho a realizar películas, lo cual sé que es como si perdiéramos el derecho a ver, a sentir, a hablar y, por supuesto, a expresarnos con libertad.


Imagino que vosotros, los organizadores de este festival, habréis oído hablar de Mojtaba Mirtahmasb, Katayoon Shahabi, Mohammad Nourizad, Maziar Bahari, Bahman Ghobadi, Mohammad Rasoulof o Jafar Panahi, entre muchos otros, que han sido arrestados y torturados por el hecho de realizar películas. Y en esta lista podría estar yo mismo si hubiera nacido en su país, porque para mí no hay mayor libertad que la de poder expresarme en imágenes ni mayor tortura que la de perder este derecho.
Por todo lo dicho anteriormente, os rogaría que desapareciera cualquier relación de mi película y mi nombre con vuestro festival. Sin duda, algún día me encantaría que la gente de Irán pudiera disfrutar de ella, pero ni yo ni mi nombre pueden ser cómplices de un régimen que discrima, tortura y hace desaparecer a personas con ideas diferentes. Algún día "The frame of the dead" podrá verse en Teherán, y seré feliz si ese hecho ocurre, pero en un festival en el que los cineastas iraníes puedan proyectar sus películas en libertad y sin miedo a la represión y la tortura

Atentamente,

Samuel Sebastian"

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