ARTEFACTUM
Autor: David González Lago
Editorial: Bajamar
Año: 2020
Arte-factum: Del lat. arte factum ‘hecho con arte’Artefactum
marca
un punto de inflexión en la obra de Gonzáles Lago. Ya no coquetea
únicamente con la poesía, sino que sus reflexiones en prosa poética
se adentran en la crítica artística y el relato. Los conocimientos
adquiridos en sus licenciaturas de Historia del Arte y Antropología
Social, además de su experiencia personal, se reflejan a lo largo de
su obra anterior, pero en este su quinto libro, completan un
recorrido mucho mayor en cuanto al proceso de evocación y creación.
Los textos, organizados en cinco partes, son escritos desde ese otro yo que González Lago crea desdoblando al poeta que es y al artista plástico con el que se identifica. Esta técnica, ya usada en Satán es un canalla despeinado (Canalla Ediciones, 2017) la perfecciona en Artefactum
No entiendo nada. Todo es tan absurdo como una lechuga envuelta en plástico. Lo llaman vanguardia por no llamarlo estupidez. Ante mí, un explosión de colores sin forma, como una nube caprichosa que se hubiera posado sobre el lienzo. Arte del sinsentido: así deberían llamarlo. No soy experto en la materia, pero un niño pequeño podría crear una broma similar sin mucho esfuerzo. Y sin embargo, aquí estoy. Impertérrito ante esta abstracta tomadura de pelo. Soy un árbol plantado ante su inútil artefacto.
Además de un recorrido personal por la Historia del Arte y por los artistas y cuadros que más han marcado a González Lago, Artefactum parece ser la obra más particular del poeta hasta el momento, en la que desnuda todo aquello que le inquieta culturalmente, que conoce que es difícil cambiar, pero que considera que debe nombrarse para que la huella de sus dudas perdure en el tiempo. La voz usada en esa dualidad adquiere un tono intimista para hacer cómplice al lector de sus reflexiones, preocupaciones y su placer por el arte.
La exploración de la interrelación entre escritor y artista plástico es destacable en el libro que podría ser leído por creadores de ambos géneros. Ambos comparten ese marco y ese espacio de imagen y lenguaje expresivo, muchas veces inespecífico, que genera dudas y múltiples placeres y sinsabores. Los dos obedecen a una estructura extraña y marcada por la presión del capital económico y las modas.
No puse un contador al comenzar ni lo detuve al final del proceso. Es un cálculo aproximado. Igual podría haber afirmado que el reloj de arena ha engullido cien mil segundos- millar arriba, millar abajo-.
Con Artefactum el autor ha querido transitar por el compromiso personal hacia el arte y la escritura con una dosis importante de conciencia en cuanto a la composición de textos bien elaborados, sembrados de consideraciones sobre su mirada y experiencia en una búsqueda de una libertad compartida y responsable.
Los textos, organizados en cinco partes, son escritos desde ese otro yo que González Lago crea desdoblando al poeta que es y al artista plástico con el que se identifica. Esta técnica, ya usada en Satán es un canalla despeinado (Canalla Ediciones, 2017) la perfecciona en Artefactum
No entiendo nada. Todo es tan absurdo como una lechuga envuelta en plástico. Lo llaman vanguardia por no llamarlo estupidez. Ante mí, un explosión de colores sin forma, como una nube caprichosa que se hubiera posado sobre el lienzo. Arte del sinsentido: así deberían llamarlo. No soy experto en la materia, pero un niño pequeño podría crear una broma similar sin mucho esfuerzo. Y sin embargo, aquí estoy. Impertérrito ante esta abstracta tomadura de pelo. Soy un árbol plantado ante su inútil artefacto.
Además de un recorrido personal por la Historia del Arte y por los artistas y cuadros que más han marcado a González Lago, Artefactum parece ser la obra más particular del poeta hasta el momento, en la que desnuda todo aquello que le inquieta culturalmente, que conoce que es difícil cambiar, pero que considera que debe nombrarse para que la huella de sus dudas perdure en el tiempo. La voz usada en esa dualidad adquiere un tono intimista para hacer cómplice al lector de sus reflexiones, preocupaciones y su placer por el arte.
La exploración de la interrelación entre escritor y artista plástico es destacable en el libro que podría ser leído por creadores de ambos géneros. Ambos comparten ese marco y ese espacio de imagen y lenguaje expresivo, muchas veces inespecífico, que genera dudas y múltiples placeres y sinsabores. Los dos obedecen a una estructura extraña y marcada por la presión del capital económico y las modas.
No puse un contador al comenzar ni lo detuve al final del proceso. Es un cálculo aproximado. Igual podría haber afirmado que el reloj de arena ha engullido cien mil segundos- millar arriba, millar abajo-.
Con Artefactum el autor ha querido transitar por el compromiso personal hacia el arte y la escritura con una dosis importante de conciencia en cuanto a la composición de textos bien elaborados, sembrados de consideraciones sobre su mirada y experiencia en una búsqueda de una libertad compartida y responsable.
David González Lago (Córdoba, 1981). Es profesor de Geografía e Historia y licenciado en Historia del Arte (UCO) y en Antropología Social y Cultural (UNED). Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés y al italiano, apareciendo en medios tanto nacionales como internacionales. Ha sido colaborador en la web de La Galla Ciencia. Ha obtenido diversos premios, como el XXXVII Premio de Poesía de Bargas (Toledo), el I Certamen Nacional de Poesía para niños "Villafranca en la Talega" o el I Premio de Poesía Nocturna Poetas de la Noche. Ha sido finalista en el I y III Certamen de Poesía de la Casa de la Juventud de Córdoba, participando en Cosmopoética 2015 y 2017. Ha publicado los libros de poesía: 33 reflexiones que Cristo haría en mi lugar (2016, Esdrújula Ediciones); Corazón inmueble(2017, Lastura); Satán es un canalla despeinado(2017, Canalla Ediciones) y Animalicémonos (2019, Boria Ediciones).Artefactum es su quinto poemario.
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