LO QUE TÚ SÍ ERES
Libro:
Los
seres que no son tú
Autora:
Marina Jiménez Rodríguez
Editorial:
Ediciones Ábrego
Resulta
curioso y excitante que alguien con sobrada capacidad y destreza a la hora de
poner cada palabra en su sitio, para que los versos lleguen más allá de donde
se les espera, llame a tu puerta y te pida por sorpresa una reseña para su
nuevo libro. Estoy hablando de Marina Jiménez, que ha tenido a bien dejar en
mis manos la enorme responsabilidad de hablar de su poética, tan fértil,
atravesada de versos plenos de visceral juventud y de lo nuevo vivido.
¿Podríamos llamarlo un poemario de amor y
naturaleza? Pues sí. Pero no un poemario de al uso, de esos que rebosan del
empalagoso dulzor de unas estrofas acabadas de hornear y dispuestas para
espolvorear sobre ellas abundante azúcar glas.
Aquí se
palpa a todas luces un amor vital conducido por la naturaleza de la existencia,
donde su autora se tira al pozo sin pensarlo dos veces para hacernos partícipes
no solo de sus experiencias, sino que venciendo la dificultad de mirar a través
de los ojos de los demás, nos hace descubrir a otros seres, los cuales, por
desgracia, pasan desapercibidos a nuestro lado.
No puede tenerle miedo
al folio en blanco
quien se ha asomado a
la negrura de unos ojos
y ha vuelto para
contarlo.
Las
estrofas se doblegan a su sensatez, a su madurez pese a su corta edad, para
hacernos pensar más de lo que hubiésemos imaginado, y cuando recalco lo de su
juventud no me refiero a la propiamente dicha, sino que aprovecho para hacer
hincapié en que para poder escribir de esta manera tan voraz y visceral, se
necesita de forma previa haber pasado por muchas estaciones, haber perdido
algunos trenes y montado en tantos otros que no iban en el sentido que le
indicaban sus pasos, y para todo ello nos han pintado desde bien lejos que se
necesita llevar a cuestas una mochila cargada de años, que aún no porta.
No
es paremia pensar que todo llega,
ni
hace falta leer con voz de abuela
que
todo pasa por algo.
Marina se embarca ahora en la poesía,
después de publicar su primera novela hace unos años, y lo hace con pies de
plomo, abriéndose paso en un terreno que ya conocía sin saberlo, pues contenía
entre sus páginas un buen puñado de esas metáforas que solo se entienden desde
el mundo poético. Insaciable lectora, ha logrado alcanzar en muy poco tiempo lo
que pocos llegan a rozar: tener su propio estilo, su propia voz, aunque a veces
nos lleguen breves destellos de Luis García Montero, Chantal Maillard o
Gioconda Belli.
Agradecerá a buen seguro el lector
exigente no encontrarse con algo que ya leyó hace tiempo, y esto último lo digo
como lectora. A todos nos gusta tropezar de vez en cuando con aquello que nos
hace rememorar algo bueno, y es justo eso lo que hace nuestra autora: llevarnos
como quiere y hasta donde quiere.
Resulta más que alentador que una
creadora que comienza a mostrarse al mundo, visibilice de una forma tan neutral
el amor, y mucho más en estos tiempos que nos han tocado en suerte vivir, donde
cada uno no suele mirar más allá de su propio ombligo, puesto que solo con
nombrar la palabra AMOR, ya nos cuelgan la etiqueta de cursis. Pero como ya
dije antes, esta poeta que tanto promete, no utiliza en vano este sentimiento
para empalagarnos, sino para hacernos ver a las claras que eso que a veces
sentimos en la boca del estómago y que llamamos mariposas, lleva consigo muchos
más significados de los que hemos sido capaces de colgarles, hasta que ella, en
buena hora, con sutil perspicacia, ternura a veces y rabia otras, le ha dado un
sentido muy diferente.
Caen
sobre mí las razones que nos han llevado
a
esta coincidencia agendada
y
por un momento,
lo
que dura un instante,
un
giro ronco en la voz,
también
yo soy multitud,
masa,
un punto desde el cielo.
Una
cifra a la que le han arrancado personalidad,
circunstancias
y recuerdos.
En definitiva, a qué negarlo: siempre es
un placer y todo un honor que llamen a tu puerta y te regalen este ramo de
versos que huelen a rosas con alguna que otra espina, que sirven, a su vez,
para despertar nuestra curiosidad y concienciarnos de que la vida no se juega
dos veces.
Carmen Vargas
Escritora
y Gestora Cultural
Enlaces de interés:
Instagram:
@marinajimenezpoesia
Librería virtual Ediciones Ábrego: https://librosabrego.site123.me/
BIOGRAFÍA
Marina Jiménez Rodríguez nació en
Sevilla en 1993. Graduada en Periodismo y especializada en Marketing de
Contenidos y redacción creativa. Durante varios años ha sido colaboradora de
la sección de Cultura de El Correo de Andalucía y redactora para diferentes
instituciones y empresas.
Autora de la novela Tu nombre
en la ventana (Seleer, 2016). Mantiene una cuenta en Instagram,
(@marinajimenezpoesia), donde va volcando a menudo su creación poética.
Los seres que no son tú representa su salto literario al ámbito de la poesía.
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