Drácena rescata la última novela de Úslar Pietri, premiada con el Rómulo Gallegos
La visita en el tiempo
Arturo Úslar Pietri
Prólogo de Joseph Pérez
ISBN: 978-84-946483-5-9
308 páginas
PVP:20,95 €
Don
Juan de Austria nos aparece siempre envuelto por la leyenda: su
resonante triunfo en Lepanto, su repentina muerte en plena juventud, su
protagonismo en la conjura de Antonio Pérez, las vidriosas relaciones
con su hermanastro Felipe II, el peso imborrable de su bastardía… Sin
embargo, todos estos elementos no traban sino un drama que nos relata sutilmente Úslar Pietri en La visita en el tiempo, hasta trazarnos un personaje, como dice el profesor Joseph Pérez en el prólogo, quebrado por la busca de su propia identidad.
Pues si La visita en el tiempo puede leerse como una biografía novelada de don Juan de Austria,
el lector no podrá escapar, línea tras línea, a la angustia en que se
debate el personaje y que no es sino la misma materia que convierte
todavía a su figura en tan enigmática como sugestiva para los
historiadores.
Al punto que La visita en el tiempo es una de las mejores y más perspicaces «novelas históricas» de la literatura hispánica; tanto que fue galardonada con el prestigioso premio Rómulo Gallegos, en 1991.
Arturo Úslar Pietri
Nació
en Caracas, en 1906, donde morirá en 2001. Como descendiente de un
edecán de Simón Bolívar y de dos presidentes de Venezuela —baste añadir
que su abuelo materno, el general Juan Pietri, fue presidente del
consejo de Gobierno— se crio en un ambiente de honda impronta política,
que se verá plasmada en la multitud de cargos que ocupó: tres veces
ministro —de Educación, de Hacienda y de Interior—, secretario de la
Presidencia de la República, diputado y senador, y hasta candidato a la
Presidencia de la República, en 1963.
Sin
embargo, no es menor su importancia literaria, su otra vocación que se
remonta a 1928, cuando en enero apareció el único número de la revista Válvula, donde publicó el editorial «Somos» y el artículo «Forma y Vanguardia»,
considerados como las directrices del movimiento vanguardista
venezolano. Esta vocación se verá fortalecida al año siguiente con su
marcha a París, para ocupar el puesto de agregado civil en la Embajada.
Durante su lustro parisino (1929-1934) no solo trabará su duradera
amistad con Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier, sino que
frecuentará a Paul Valéry, a Robert Desnos, a André Breton, a Ramón
Gómez de la Serna… Lo que determinará su creación literaria y la
convertirá en una de las más relevantes del continente americano. Cabe
solo añadir que fue el formulador del término «realismo mágico», en su
ensayo Letras y hombres en Venezuela (1948).
Su
obra literaria aborda todos los géneros, en especial el ensayo
periodístico, donde es copiosa, pero a la que hay que adjuntar siete
novelas; la primera y más conocida es Las lanzas coloradas (1931), pero no conviene olvidar las siguientes: El camino de el Dorado (1947), Un retrato en la geografía (1962), Estación de máscaras (1964), Oficio de difuntos (1976), La isla de Róbinson (1981) o La visita en el tiempo (1990),
más sus nueve recopilaciones de cuentos. Entre los múltiples
reconocimientos que recibió, destaca el Premio Príncipe de Asturias de
las Letras, que se le concedió en 1990.
Para más información:
Nacho Wilhelmi
Responsable de comunicación
Responsable de comunicación
Telf: +34 607 23 14 67
0 Comentarios