Con el balón de juego de Jorge de Arco por Javier Asiáin


La náusea                                                                            por Javier Asiáin

     JORGE DE ARCO, CON EL BALÓN EN JUEGO

     Admiro la capacidad creadora de Jorge de Arco (1969), que con este su sexto poemario, va  camino de convertirse en autor experimentado, y no tanto por lo cuantioso de su obra sino por lo valioso. Publicar seis libros hoy en día no es difícil, pero publicarlos de calidad es un reto que la mayoría de autores tristemente no supera.

     Con el balón en juego es, sin embargo, su primera incursión en el delicado género de la poesía infantil. Siempre he respetado a los poetas que  tienen mirada de niño y, que además, poseen el don y la capacidad de poder trasmitirla a los propios niños. Ellos son el caldo de cultivo lírico y el vivero cultural que nutrirá generaciones. No debemos olvidarlo.

      No es un ámbito fácil el de literatura infantil -por más que lo parezca-, y al final, el gran jurado del acierto o no de un buen libro de esta índole, siempre será el de sus verdaderos protagonistas. Los pequeños, estrictos en las primeras apreciaciones y jueces emocionales implacables, dictaminarán con su expresión facial el veredicto de lo escrito. He de decir, probado en propias carnes, o mejor en las de mis propios hijos (a la postre carne de mi carne), que Jorge de Arco supera con nota más que alta el dictamen primero y final con su sonrisa.

     Acercar a los críos a la poesía siempre es una labor de héroes aqueos, por aquello de que hay que acertar con el anzuelo y con la degustación. Con el balón en juego, consigue a la perfección estos previos, pues el fútbol es el deporte romántico de la mayoría de ellos, con el que se sienten identificados en valores, esfuerzo, superación, capacidad de grupo, ideales primeros... Por ello, sin duda, el acierto de Jorge en la elección del deporte rey como medio de acceso o vehículo lírico en primer término, y por el no menos fácil desarrollo del contenido en segundo instancia.
Poemas tan gráficos como: Saber perder, saber ganar, La niña futbolera, Árbitro, El mundial, Suplente,  El hincha desencantado, Tarjeta roja o El masajista, son claros ejemplos de textos cómplices, bien elegidos desde la ironía inicial del niño, pero sobre todo, bien seleccionados por los valores intrínsecos que trasmiten. De ahí, lo explícito  e instructivo que adelantan sus títulos.

     La colección Ajonjolí de Ediciones Hiperión alcanza ya sesenta y ocho títulos. Todos ellos, con un nutrido elenco de autores reconocidos, que combinan sus poemas para niños de todas las edades con acertadísimas ilustraciones. En este caso, Fernando Noriega acompaña los poemas de Jorge de Arco con unos dibujos más que conseguidos, inspirados, nítidos y cargados de guiños.
Siempre he pensado -como amante del fútbol y la poesía que soy-, que la mejor jugada en el área se parece al mejor de los poemas y que la estética, la plasticidad o la imaginación creativa de ambos mundos atesoran demasiadas semejanzas. Enhorabuena a Jorge de Arco porque Con el balón en juego consigue despertar tales analogías en los más tiernos lectores.

Jorge de Arco
Con el balón en juego
Ajonjolí. Hiperión. Madrid, diciembre de 2010.

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